martes, mayo 26, 2009

LA PALMA DE ORO 2009 ES PARA....

Cannes (Francia).(Agencias).- No hubo sorpresas en los grandes premios: "Das weisse Band" ('La Cinta Blanca'), la película de Michael Haneke, partía como favorita de la crítica y recibió la Palma de Oro en una edición de Cannes que también hizo un hueco para el "Anticristo" de Lars Von Trier, pero no para el cine español. La actriz Isabelle Huppert, presidenta del jurado no tuvo que justificar por qué daba el máximo galardón del festival más prestigioso del mundo a un viejo amigo, un director alemán llamado Michael Haneke que la hizo su musa en "La pianista" y "El tiempo del lobo". "Das weisse Band", la escalofriante parábola que Haneke ambienta en los meses anteriores al estallido de la Gran Guerra, había ganado ya el premio de la crítica internacional FIPRESCI y partía como favorita para hacerse con la Palma de Oro, una situación que el director había vivido infructuosamente con "La pianista" en 2001 y con "Escondido" en 2005. "La felicidad es una cosa rara", explicó este retratista de la parte más oscura del hombre, "pero puedo decir que en este momento me siento orgulloso", dijo Haneke al recoger el premio. Sólo el realizador francés Jacques Audiard parecía capaz de hacerle sombra con "Un prophèt", su aterrador retrato de cómo un adolescente ingresa en la cárcel y acaba convirtiéndose en un carismático criminal. La película se quedó un escalón por debajo de "Das weisse Band" y ganó el gran premio del jurado. Premios para los actores de Tarantino y Von TrierDos previos ganadores de la Palma de Oro -Quentin Tarantino y Lars von Trier- entraron por sorpresa en el palmarés con dos películas muy discutidas que fueron premiadas por su aspecto más indiscutible: sus excelentes interpretaciones. Charlotte Gainsbourg definió ella misma su experiencia en la polémica "Anticristo" como la "más intensa, dolorosa y excitante vivida hasta ahora" al recoger el galardón a la mejor actriz del festival. Por su parte, la irreverente "Inglourious Basterds" tenía como punto fuerte al actor austríaco Christoph Waltz, todo un descubrimiento capaz de fagocitar las irregularidades del filme de Tarantino. El jurado de esta edición, pese a rendirse a lo evidente en los grandes premios, dio amplio cuartel al cine asiático, que formaba un verdadero lobby en el concurso. Probablemente el galardón más sorprendente de la noche fue el que recibió el filipino Brillante Mendoza al mejor director, por su hipnótica para unos aburrida para muchos más "Kinatay", un perturbador retrato en tiempo real del secuestro y tortura de una prostituta. Por su parte, Lou Ye, el cineasta que en 2005 escandalizara al gobierno chino por presentar en Cannes "Summer Palace" sin pasar por el control de la censura, fue recompensado en esta ocasión por "Spring Fever", una historia de amor homosexual rodada en la clandestinidad con ayuda de la coproducción francesa, y ganadora del premio al mejor guión, escrito por Feng Mei. Además, el coreano Park Chan-wook, que no había convencido a la prensa con su excéntrica visión del mundo vampírico en "Thirst", recibió el premio del jurado, compartido, eso sí, con otra cinta que había dejado los ánimos tibios: "Fish Tank", de la británica Andrea Arnold. Finalmente, el jurado oficial anunció que, como viene siendo costumbre en los últimos años, había creado un premio especial para la figura de un director por toda su carrera. Esta vez, el merecedor de tal honor fue Alain Resnais, director que celebra el cincuenta aniversario de su emblemática cinta "Hiroshima mon amour" y que concurrió este año con la brillante comedia "Les herbes folles". La que había sido anunciada como la edición "más española" del festival de Cannes no terminó con un final feliz al estilo Hollywood, sino con un desenlace marcado por la decepción al estilo realista que gusta en el certamen: Isabel Coixet y Pedro Almodóvar se fueron de vacío de "La Croisette". La cinta del realizador manchego "Los abrazos rotos" había llegado cargando con su fría recepción en España, pero las buenas críticas de parte de la prensa extranjera y la palpable pasión "almodovariana" que vive Cannes encendieron alguna esperanza de que, 48 años después de "Viridiana", de Luis Buñuel, la Palma de Oro recayera en la cinematografía española. Como única cineasta que competía por primera vez este año en Cannes -de un grupo de veinte directores- parecía que la catalana Isabel Coixet estaba llamada a ofrecer una de las películas más sorprendentes del festival con "Mapa de los sonidos de Tokio. La directora de "Mi vida sin mí" (2002) defendía en último lugar el filme con el que recuperaba la vertiente más personal de su cine y que, en cambio, fue recibida con muy poco entusiasmo por parte de la prensa, aunque con aplausos en la sesión oficial con público. La presencia de la ministra de Cultura, Ángeles González Sind, en Cannes parecía diseñada para apoyar la victoria, pero ninguna de las dos entró en el palmarés, pese a que Cannes parecía este año consagrado al universo femenino, al que Coixet pertenece, y del que Almodóvar es experto retratista con fama internacional. Como pequeño consuelo, "Mapa de los sonidos de Tokio" entró de refilón con un galardón menor y no oficial: el premio Vulcain que entrega la Comisión Superior Técnica de la Imagen y el Sonido, que fue a parar al mezclador que da título al filme, Aitor Berenguer. Con más discreción, el actor catalán Alex Brendemühl optaba a la Palma de Oro menos publicitada, la de los cortometrajes, por "Rumbo a peor", su debut como director, pero tampoco hubo suerte para él. La 62 edición del festival de Cannes también había programado, aunque fuera de concurso, la película de Alejandro Amenábar "Ágora" que, protagonizada por Rachel Weisz, fue recibida con cálidos aplausos en el pase oficial y críticas mixtas. Maribel Verdú abrió la sección paralela Quincena de Realizadores como flamante musa de Francis Ford Coppola en "Tetro", que contaba con financiación española y la presencia de Carmen Maura. En la Quincena se proyectó también "Mal día para pescar", del uruguayo Álvaro Brechner y protagonizada por el actor español Gary Piquer, mientras en la Semana de la Crítica se pudo ver la "Hierro", dirigida por Gabe Ibáñez y protagonizada por Elena Anaya.